jueves, 27 de junio de 2019

Simplemente Charly


    Hace alrededor de cuatro años que un compañero de trabajo empezó a relatarnos al grupo del desayuno que nos reunimos cada mañana al abrigo de un café calentito y una buena tostada de las singulares peripecias de un tipo de porte fornido, portentosa melena, tez morena y barba cuidadosamente desaliñada que se dedica a recorrer el mundo en moto y a colgar sus aventuras en Youtube. A Dani, que así es como se llama este compañero, siempre le tuvimos por un poco fantasioso, producto de una mentalidad a medio camino entre la adolescencia y la primera juventud. Como adorable treintañero que se niega a hacerse mayor, Dani es como un niño grande que desborda energía, que contagia su vitalidad a los demás y al que, en el fondo, envidiamos. No había día que no se presentara ante nosotros para confiarnos los entresijos de lo que, sin lugar a dudas, habría de ser el negocio del siglo. Ante su elocuencia de predicador, los que asistíamos a sus peroratas nos limitábamos, entre chanzas y burlas, a apuntarle los fallos evidentes de que adolecían sus infalibles planes. Todo su afán consistía en convencernos de la imperiosa necesidad que teníamos de, si queríamos sentirnos realizados desde un punto de vista vital, abandonar la tediosa rutina de funcionarios en la que andábamos inmersos -y que, según su criterio, castraba toda iniciativa emprendedora- para salir cuanto antes de eso que ahora llaman “zona de confort”. Un tipo peculiar este Dani, al que llevamos echando de menos desde que se lió la manta a la cabeza para, predicando con el ejemplo, renunciar a su puesto de interino en la Junta de Extremadura y ponerse a trabajar con su suegro, creo que por tierras conquenses. Si no estoy mal informado, ahora dedica su tiempo libre a preparar las oposiciones de bombero. Parece ser que eso de tener al suegro por jefe no era tan idílico como él se lo imaginaba.

   Siguiendo las recomendaciones de Dani, acudí a Youtube (https://www.youtube.com/user/charlysinewan) aguijoneado por la curiosidad de conocer de primera mano a este nuevo quijote sin escudero del siglo XXI. Y a partir de ese momento, para mi sorpresa y sin un ápice de exageración en mis palabras, se abrió ante mí una ventana fascinante a la que asomarme cada semana para contemplar el mundo de siempre con ojos distintos. Un mundo que si bien ya ha sido hollado en todos sus extremos por la pezuña del hombre, ha resultado revelador redescubrir gracias a la labor de esta especie de explorador que hace las veces de un Livingstone adentrándose en el África más remota, de un Cristóbal Colón al encuentro del continente americano o de un Marco Polo tras la ruta de la seda y de las especias asiáticas. Viendo sus vídeos, tiene uno la sensación de penetrar en terreno virgen e inexplorado. Esta visión, precisamente, es la que hace que el canal cuente con algo más de 186.000 suscriptores. Y es que Charly ha conseguido que sus historias atraigan no sólo a la comunidad motera, sino a toda una multitud de seguidores a los que nos une la admiración por alguien que, con determinación y valentía, ha logrado realizar lo que la mayoría sólo nos atrevemos a soñar. Esa sensación de vernos reflejados en él cada vez que viaja al rincón más recóndito del planeta es lo que nos confiere ese sentimiento de pertenencia a una hermandad.

   Cuenta Carlos García Portal que su caída del caballo -la misma que algún día esperamos que nos suceda a su legión de incondicionales discípulos- le sobrevino allá por el 2014, en las Cataratas Victoria (Zambia), aunque su voz interior ya le venía avisando desde 2009, cuando se hallaba de ruta por la India. Tenemos aquí el infrecuente caso de alguien que gozaba de una vida exitosa como socio fundador de una inmobiliaria dedicada a la venta de casas de lujo que un día decidió dar un giro radical a su vida para dedicarse a lo que verdaderamente le apasionaba: montar en moto. Su primer viaje, a lomos de una Honda Varadero a la que más tarde bautizaría como "La Misionera", tuvo por destino Australia. Durante los preparativos, con la intención de que tanto amigos como familiares conocieran sus andanzas, creó un blog con el llamativo título de El mundo en moto Sinewan. ¿Que de dónde diablos sale ese nombre? Pues de una serie rodada para la televisión británica en la que los actores Ewan McGregor y Charly Boorman recorrían medio mundo sobre dos ruedas con toda la parafernalia de cámaras, equipo de producción, vehículos de apoyo, habitaciones de hotel… Y a Charly -nuestro Carlos García Portal-, en un momento de inspiración, y dado que él mismo también se disponía a  acometer dicho reto, aunque sin las comodidades propias de la megaestrella de Hollywood y de su fiel acompañante, dio con la tecla adecuada para crear una marca que ya se ha convertido en una seña de identidad para moteros, youtubers, twitteros y demás usuarios de unas redes sociales a las que ha sabido utilizar como trampolín para darse a conocer más allá de nuestras fronteras.



   Y así ha sido como Carlos García Portal dio el salto al vacío para convertirse en Charly Sinewan y hacer de la aventura su modo de vida. Lo mismo lo encontramos perdido por una pista de la América profunda que en mitad de Estambul. Desde Alaska hasta Argentina, desde Cuba a Mongolia, no hay destino que se le resista, poniendo rumbo hacia horizontes lejanos en los que solo El Guionista sabe lo que sucederá y donde el plan... es que no hay plan. No importan las dificultades cotidianas que acechan por el camino, ni siquiera la odisea que supone cruzar las fronteras artificiales con las que el hombre ha tenido a bien dividir al mundo cuando de lo que se trata es de cumplir con el objetivo de conectar con el viaje y disfrutar de las pequeñas historias que surgen a cada paso. No puedo ni imaginar la satisfacción que supone toparse con gentes a las que no conoces de nada, que ni siquiera hablan tu idioma, y que se desviven por sacarte de un apuro en el que, por cabezonería, te has metido tú solito y del que logras salir airoso cuando creías que estaba todo echado a perder; que te ceden sus casas para descansar después de una interminable jornada sin esperar nada a cambio; que te ofrecen comida y bebida sin prácticamente tener ellos mismos nada que llevarse a la boca... Y ahí es cuando, supongo, uno recobra la confianza perdida en la bonhomía del ser humano y se da cuenta de que no es tan fiero como lo pintan. Tengo para mí que esa debe ser una de las grandes recompensas espirituales de este estilo de vida que Charly lleva practicando desde hace una década, quizás inspirado en la historia que se narra en Into the Wilde sobre Cristopher Johnson McCandless. Creo que para él la felicidad debe ser algo así como encontrarse perdido en mitad de la nada, tener las baterías de sus cámaras al máximo de carga para captar la instantánea de ese momento memorable, encontrar algún apartado lugar con conexión wifi para editar el contenido y colgarlo a tiempo en el canal para deleite de sus seguidores. Espero que todo este ritual no le pese tanto como para perder la frescura de sus comienzos y dejar de divertirse con todo lo que hace. Lo que sí está claro es que Charly, en compensación a todo su esfuerzo, se ha convertido en algo más que en un motero, cobrando peso sus facetas de conferenciante y escritor. Hasta el punto de que en la última Feria del Libro de Madrid la caseta que congregaba a mayor número de lectores era aquella en la que nuestro protagonista firmaba su obra El mundo en moto con Charly Sinewan, editada por Planeta. Todo un espectáculo para la vista comprobar cómo alguien que hasta hace poco vivía en el más absoluto de los anonimatos se ha transformado en una especie de ídolo de masas para una tribu muy concreta de admiradores. Por todo ello, Charly, simplemente darte las gracias por contribuir a generar ilusiones y por mostrarnos desde otra perspectiva las bondades de este loco mundo en el que nos ha tocado vivir. Que la fama no te cambie y ¡ánimo para continuar en la ruta!

P.D.: A ver si uno que yo me sé (aquí os dejo su careto: https://josean74.blogspot.com/2015/03/fabian-sanchez-ese-ilustre-aventurero.htmlse anima después de leer esto a retomar esa tarea que tiene pendiente y toma buena nota del ejemplo de Charly para ponerse, de una vez por todas, a plasmar por escrito las experiencias de un viaje que le llevó desde Ushuaia (Argentina) hasta Alaska. Fabi, nunca es demasiado tarde. De ti depende que esos recuerdos los compartas con los demás para que no queden en el olvido. Así que, manos a la obra: empieza a emborronar cuartillas -una línea tras otra- y ya verás cómo la satisfacción del deber cumplido al final te reporta grandes recompensas. 

domingo, 16 de junio de 2019

El licenciado Salaya

  A poco que uno observe a su alrededor con la perspicacia de un detective de medianas cualidades, se dará cuenta de una circunstancia de lo más curiosa: la de que no alcanzan el éxito profesional o social ni los más preparados ni los más capacitados, sino los más dados al enredo y a la maquinación, al cabildeo y a la intriga. No coronan la cima ni los mejor dotados ni los más cualificados. No. Y en política, sobre todo en política, sucede lo mismo elevado a la enésima potencia. ¿Por qué habría de extrañarnos que un individuo con las limitaciones de Pedro Sánchez tenga todas las posibilidades de volver a ser investido presidente del gobierno? Pues por los mismos motivos por los que no debería sorprendernos que un mozalbete como Luis Salaya haya sido agraciado con el bastón de mando de la alcaldía de Cáceres. Se preguntarán ustedes que quién es este Luis Salaya. Fuera de sus antiguos camaradas de los boy scouts y de sus propios compañeros de filas, esa duda existencial sobrevuela todos los rincones de la ciudad. Pues bien, este pimpollo -con más pinta de leñador que de estratega político, y con más suerte de la que se merece- ha resultado elegido nuevo alcalde de Cáceres en sustitución de Elena Nevado. Decisión que ha sido posible gracias a la abstención de un partido bisagra como Ciudadanos; un partido sin ideología propia que se presta a servir de muleta a quien más dádivas le ofrezca en ese festín que supone el reparto de concejalías. 

   Echando un vistazo al currículo oficial de Salaya que cuelga en la página web del ayuntamiento, uno tiene que hacer verdaderos esfuerzos por reprimir una socarrona carcajada, más de compasión que de malicia. Ni una sola mención a su formación académica. Eso sí, afirma ser profesor de no sé qué máster en habilidades profesionales y poseedor de algún que otro premio de debate universitario. Como todo el mundo sabe, un primer premio en la liga de debate universitario le capacita a uno para regir los destinos de una ciudad de casi cien mil habitantes. Es más, los del diario HOY, en un supremo gesto de generosidad, incluso le adjudican el título de licenciado en Derecho, estudios que terminó… el año pasado. Qué casualidad que, en plena vorágine de los preparativos de la campaña electoral, el licenciado Salaya haya tenido tiempo de trasladar su expediente de la UEX (Universidad de Extremadura) a la UDIMA y de concluir con provecho su carrera en leyes. ¿Que qué es la UDIMA? Pues, según parece, así se denomina la Universidad a Distancia de Madrid; algo parecido a la Rey Juan Carlos, donde los títulos y los másters se subastaban al mejor postor. No seré yo quien ponga en tela de juicio la titulación académica de Salaya. Por eso, queridos lectores, dejaré que sean ustedes quienes lo hagan. A lo que se ve, el nuevo alcalde suele mostrarse receloso y esquivo cuando se le pregunta por el asuntillo de sus estudios. Y digo yo: ¿por qué ha de causarle incomodidad lo que habría de ser motivo de orgullo? ¿Qué mayor honor que ofrecer todas las explicaciones habidas y por haber a quien albergue alguna sospecha sobre cuál ha sido el periplo que le ha conducido de simple bachiller a ser todo un licenciado universitario? Pues que sepan ustedes que si se encuentran a Luis paseando a su perro por la Mejostilla, absténgase de entrar en polémica. Les será más fácil debatir con él por el Facebook pues, según declaran sus más allegados, le pirran las nuevas tecnologías y las redes sociales. Por cierto, que esas mismas fuentes también lo califican de feminista y ateo… Pues nada, juzguen ustedes mismos y ustedes mismas. 


   ¿Pero qué ha sucedido para que hayamos llegado a ese punto en el que cualquier petimetre puede plantar sus posaderas en el sitial que le corresponde al primero de los cacereños? Proclaman algunas voces que Cáceres, durante el mandato de Elena Nevado, se ha caracterizado por ser una ciudad mortecina, lánguida, como sin pulso. Dicen también que Cáceres había perdido la pujanza exhibida durante las tres legislaturas de José María Saponi, y que esa falta de nervio y de vitalidad -heredada, sin duda, de la época de Carmen Heras- ha supuesto el golpe definitivo que ha terminado con el Partido Popular en la oposición. Pero, sin desmerecer la importancia de estos factores, a los que podríamos añadir el consustancial desgaste que implica el ejercicio del poder, el componente que más ha contribuido a este fracaso lo encontramos en la inopinada destitución de Elena Nevado como candidata a la alcaldía tan solo cinco semanas antes de celebrarse las elecciones. No sé en qué estarían pensando los dirigentes regionales del PP para tomar esa incomprensible decisión, provocando una crisis interna cuya gestión ha resultado de lo más burda y grotesca. Y es que ya se sabe que la sombra de Laureano León -Lau para sus amigos- es demasiado alargada. Así que, más que éxito del PSOE, ha sido el propio Partido Popular el que, con inusitado denuedo, ha contribuido a cavar su propia tumba con una desatinada toma de decisiones que ha desorientado a los votantes, simpatizantes y militantes de un partido que clama con urgencia por una regeneración integral. 

    No es que pretenda yo convencer a nadie de las excelencias de Elena Nevado como alcaldesa. Teniendo en cuenta la coyuntura económica, la mujer ha hecho lo que ha podido. No se le puede achacar falta de dedicación, que es lo mínimo que se le debe exigir a un representante público. Cosa distinta es que sus medidas hayan sido las más acertadas para crear las condiciones necesarias que redundaran en un mayor progreso y prosperidad para la ciudad de Cáceres.  Eso sí, no faltan quienes le critican que aceptara la limosna de Monago de ir en las listas a la Asamblea,  y que eso de hincar la rodilla y besar la mano de quienes la han traicionado dice muy poco en favor de su maltrecha dignidad. Sólo ella conoce los motivos que la han llevado a dar ese paso.

   Sea como fuere, el caso es que al bueno de Rafael Mateos le dejaron en suerte a un morlaco de muy complicada lidia. Rafa, hombre de partido que no ha dudado en su sacrificio personal y político ante tanto disparate, ha salido, a pesar de todo, victorioso del envite. Si bien no ha abierto la puerta grande, al menos le cabe el honor de haber cuajado una faena decorosa, esquivando con maestría una cornada que se veía venir. Es este Rafael Mateos un tipo disciplinado que se ha visto envuelto en un embrollo que podría haber evitado si, simplemente, hubiera rehusado la designación de su partido como candidato a la alcaldía. Pero su sentido del deber le ha impedido disfrutar de su deseado retiro de la primera línea de la política, tal y como ya tenía meditado, y del que le apartaron a raíz del contubernio perpetrado contra Nevado por Lau y su camarilla. Es un gesto que le honra, comportándose durante todo este proceso como un auténtico caballero, a pesar de que los suyos lo hayan utilizado como cabeza de turco y arrojado a los pies de los caballos sin el menor pudor. Si le dejan, será un buen líder de la oposición. Y, en cuanto a Salaya, y para concluir, decirles simplemente que desconozco cuáles son sus méritos, pues nadie con tan escaso bagaje había conseguido tan alto honor. Si tiene la decencia de cumplir con la mitad de lo prometido, Cáceres dará un salto de calidad en cuanto a servicios, infraestructuras, agenda cultural, etc. Aunque poco se puede esperar de quien nada tiene que ofrecer.